dilluns, 18 de desembre del 2006

«Covadonga es puro mito»

EDITORIAL PRENSA ASTURIANA
Director: Isidoro Nicieza
SOCIEDAD Y CULTURA
«Covadonga es puro mito»
Ian Gibson, el pasado viernes, en Oviedo.
«Estoy a favor de la memoria histórica; hay que dejar a los perdedores de la guerra civil que busquen a sus víctimas»
«Los españoles gritan porque nadie escucha»
IAN GIBSON HISPANISTA Y ESCRITOR
Oviedo, Rafael SARRALDEEl irlandés Ian Gibson (Dublín, 1939), nacionalizado español en 1984, ha hecho fortuna literaria persiguiendo caminantes (Machado), cabezas llenas de pájaros raros (Dalí) y púgiles de la escritura caídos en la lona franquista (Lorca). Ahora tiene en lista de espera para una nueva biografía a otro ilustre de las artes del siglo XX: el cineasta Luis Buñuel. Residente del antes castizo, ahora mestizo, barrio madrileño de Lavapiés, el popular hispanista concedió el pasado viernes una entrevista a LA NUEVA ESPAÑA, durante un hueco de su visita a Oviedo para promocionar «Ligero de equipaje», su exitosa biografía sobre Machado.
-Memoria histórica: sí o no.
-Sí, sí. Es absolutamente normal que treinta años después de la muerte de Franco se afronte tranquilamente el horror de la dictadura y de la guerra. En mis viajes por España no he visto sed de venganza, aunque la derecha nos acusa (hablo en plural porque yo también me mojo) de ser unos «guerracivilistas», de ser unos «revanchistas». Pero yo sólo he visto dolor y unas inmensas ganas de justicia de mucha gente.
-¿Cuáles son los límites? ¿Se pueden excavar todas las fosas?
-Cuando la gente lo pida, sí. Esto no debería depender de los ayuntamientos. Es una cuestión de Estado. Cuando la derecha se opone a que se toque el tema demuestra una gran falta de magnanimidad. Los ganadores de la guerra tuvieron cuarenta años para buscar a sus víctimas. Después de la muerte de Franco, la izquierda se portó muy bien con la derecha para facilitar la instauración de la democracia. La izquierda perdió mucho. Pero ¿qué perdió la derecha? Demos ahora tiempo a los perdedores.
-La familia de Lorca se niega a que se remueva la fosa común en la que fue enterrado.
-Ya, pero en esa fosa hay al menos otras tres personas más. Debería decidir el juez. No sabemos con total seguridad si García Lorca está allí pero hay miles de personas en todo el mundo que quieren saber si ése es su lugar de enterramiento. No entiendo la oposición de la familia. García Lorca es la víctima más famosa de la guerra civil. Es el poeta español más amado. Sería lógico que el Estado democrático se inmiscuyera en este asunto.
-En Oviedo hay un busto dedicado a Franco. ¿Qué habría que hacer con él? -Deberían quitarlo y meterlo en un museo. En una democracia, no se puede tener la cabeza de un asesino a la vista de todo el mundo. Lo que hizo Franco después de la guerra fue un genocidio: más de 60.000 muertos. Sólo paró al comprobar que Hitler y Mussolini no iban a ganar la Guerra Mundial. Me parece fatal que la Fundación Príncipe de Asturias estuviera ubicada hasta hace poco en una calle con el nombre del General Yagüe. ¿No tiene sensibilidad la Fundación? Este hombre fue el responsable de la matanza de Badajoz. Tendrían que desaparecer los símbolos y los nombres de las calles del franquismo. Hasta que no se curen todas las heridas, España no será el gran país que podría llegar a ser.
-¿El origen de tantas disputas actuales está en nuestros desacuerdos sobre la historia? -Sí. Lo que ocurre es que aquí circulan dogmas sobre la esencia del país. El punto de vista oficial discrepa radicalmente de las nuevas investigaciones historiográficas. Todo lo que rodea a la Reconquista se asume como verdad histórica, pero es puro mito.
-¿Covadonga?
-No hablo de mitos. No es mi tema de investigación. Y Covadonga, como Santiago, es puro mito. Aunque no soy historiador profesional, tengo mis ideas y abogo por la España mestiza, como Américo Castro. La España auténtica es la de la mezcla de culturas, genes y religiones.
-¿Dónde se encuentra? -La encontramos en la Edad Media. Los españoles tuvieron una civilización única en el mundo y han pasado por encima de ella. Me parece alucinante que teniendo un idioma con 4.000 palabras árabes en su léxico no se enseñen ni los rudimentos más básicos del árabe en la escuela. ¿Por qué?
-¿Por qué?
-Porque hay amnesia. Porque hay una negación profunda del pasado. Cuando alguien dice que los musulmanes no eran españoles y que había que echarlos de la Península estás oyendo el punto de vista de un dogmático porque aquellos musulmanes eran tan españoles como los cristianos. Llevaban aquí casi mil años. -¿No hay una sobredosis de «España»?
-Totalmente de acuerdo. Esos que dicen que España se rompe hablan de mitos. ¿Qué pasaría si los vascos deciden por mayoría absoluta que quieren formar un Estado? Me parecería un error para ellos pero no sería el fin del mundo. Una vez le dije a Pilar Primo de Rivera (hermana de José Antonio): «Un día vendrán los marcianos y España no será España». Empezó a gritar. Ocurren cosas negativas. Nadie habla en España sobre Portugal. En el mapa del tiempo se borra Portugal. Es tremendo que vivamos de espaldas a los portugueses.
-Uno de cada tres portugueses no vería mal la unión entre los dos países. -Se podría plantear en el futuro una posible República Federal Ibérica. Porque ¿quién me dice a mí que España tiene que ser una Monarquía parlamentaria? ¿Y por qué los Borbones, que son franceses y que vinieron tras una guerra, tienen que estar aquí? Ya lo he dicho: aquellos que creen en esencias se mueven en terrenos dogmáticos. España no puede tener una esencia monárquica, como si se tratara de una herencia divina. Habrá que discutirlo antes, supongo.
-Y esa querencia tan española por el enfrentamiento: ¿es porque nos va la marcha o porque somos idiotas?
-Hombre, os va mucho la marcha. Aquí no se escucha bien. Si me gusta tanto Machado es precisamente porque es una persona dialogante: preguntar primero y luego escuchar. Pero lo que quiere el español es hablar. No hay más que ver los bares: la gente quiere gritar para imponer su propio punto de vista porque nadie escucha. Recuerdo la última visita del Papa Juan Pablo II a Madrid. Estuve en la misa en la Castellana. Al oír el tremendo ruido que estaba haciendo la gente, dijo: «El Papa también quiere hablar». Es genial.
-A propósito de Machado: ¿cuál de las dos Españas le hiela el corazón?
-Me lo hiela la España dogmática y esencialista. El catolicismo español no es como el francés. Aquí hemos tenido una Iglesia rancia y dogmática. Cañizares y Rouco son muy fachas. Yo aprecio más el talante y el discurso de Ricardo Blázquez. ¿Por qué la Iglesia no puede ser más afable y menos agresiva? El cristianismo también es poner la otra mejilla pero eso no lo hace nadie. Pese a lo se diga, aquí nadie amenaza a la Iglesia. Lo único que pedimos es la separación de Iglesia y Estado. Está en la Constitución. Y no queremos cruces en los colegios. En Francia nadie se queja. Aquí se acaba el mundo.
-¿Desde cuándo vive en España? -Desde el año 78.
-¿Y le siguen sorprendiendo nuestras cosas?
-Me sigue sorprendiendo la increíble vitalidad de los españoles. Y es algo que me aterra.
-¿Perdón? -Hay una vitalidad que si no se encauza bien puede ser autodestructiva. No hay más que ver el ruido de la calle y la forma de conducir de los españoles. -Ya hay carné con puntos.
-Menos mal. A la gente le sigue pidiendo el cuerpo un poco más de velocidad pero tiene miedo a las multas.
-¿Usted se siente a gusto entre tanto ruido?
-Supongo que mis genes celtas me llevan a sentirme a gusto en este país.
-¿Cuándo pensó: éste es el sitio en el que quiero vivir?
-Nada más llegar. Pero le confesaré algo: tengo mi alma dividida entre España y Francia. Son dos tipos de latinidad que me gustan mucho. Podría haber vivido en Francia pero ellos lo tienen todo hecho. No es como España, un país en el que con su historia discontinua, de la que habló Azaña, todo está por hacer. Por eso hay tantos hispanistas a lo largo del mundo. Pero cuidado: hay más gente en Inglaterra haciendo libros sobre Italia que sobre España. Así que los españoles no deberían sentirse tan especiales.
-Hay escritores que sitúan el origen de la guerra civil en la Revolución del 34 en Asturias.
-Ésa es una forma de legitimar el golpe de Franco. Los «neocon» de la historia española nunca explican el contexto de aquella Revolución, en la que, por otra parte, se hicieron muchas cosas mal. España, en 1934, era un pueblo analfabeto. En los dos primeros años de la República se crearon más de dos mil escuelas pero aún había mucha gente que no sabía leer. Hitler había alcanzado el poder en Alemania. Y con la entrada en el Gobierno de la gente de Gil Robles, muchos del electorado de izquierdas pensaron que España iba a convertirse en un Estado fascista.
-Ha escrito sobre Paracuellos del Jarama. O he entendido mal o ha llegado a decir que comprendía aquella masacre.
-Claro que la entiendo. Volvamos al contexto: el Gobierno acababa de salir hacia Valencia y existía un vacío de poder y la sensación de que Madrid se había dado por perdida. Hay dos mil presos del otro bando en la cárcel Modelo y las tropas fascistas están a las puertas de la prisión. Si hubiesen sido liberados, inmediatamente se habrían incorporado a las filas de los atacantes. El Gobierno dejó instrucciones para que los trasladaran a Valencia, pero, en un momento de tantas carencias y desorden, se tomó la decisión de matar a muchos de ellos. Además, las bombas italianas y alemanas no dejaban de golpear la ciudad, y existía entre la gente un odio feroz hacia los que habían empezado la guerra.
-¿Pero justifica la matanza?
-No es que comparta lo que pasó allí, que fue terrible y atroz. La justifico porque entiendo que el pánico era demasiado grande y el peligro de tener tantos oficiales enemigos dentro era indiscutible. A los presos se les había dicho que se pasaran a los republicanos, y se negaron.
-¿Estaba Carrillo detrás de las matanzas?
-Eso no está demostrado. Habría que conocer minuto a minuto lo que pasó entre la salida del Gobierno y los fusilamientos de los dos días siguientes. Pero si me pongo en la piel de aquel Carrillo, pienso: tengo 22 años, soy el dirigente más importante de las Juventudes Socialistas, que se habían unificado con las comunistas, hay que defender Madrid, una ciudad abandonada por el Gobierno, y tenemos a estos oficiales fascistas en prisión. Pero él no ordenó aquellos asesinatos.
-Machado es, además de poeta, una potencia simbólica.
-Cierto. Machado no es sólo un gran poeta, es un gran pensador y un hombre metido en política. En la guerra tuvo un papel extraordinario defendiendo la legalidad republicana. No era marxista sino un viejo republicano que denunció la traición de Inglaterra y Francia.
-Hay quien sostiene que Franco ganó la guerra por la inhibición de Chamberlain.
-Probablemente. Machado denunció la traición de los franceses y los ingleses y les recordó que, como descubrirían tiempo después, a Hitler no se le podía apaciguar.